La moxibustión (Jiu Fa) es una técnica de la Medicina Tradicional China que consiste en aplicar calor en ciertos puntos anatómicos concretos, que coinciden con los puntos de la acupuntura, para generar un efecto que equilibre el organismo. Mediante este equilibrio de las funciones fisiológicas y órganos internos, es posible sanar enfermedades y trastornos de distinta índole.
Dado que se trata de un estímulo térmico, su acción se dirige básicamente eliminar el frío y la humedad, aumentar el nivel de energía (Qi) y el potencial térmico (Yang) del organismo.
Aunque se cree que en un principio las técnicas de la moxibustión nacieron para tratar enfermedades más bien relacionadas con factores ambientales, a día de hoy se utilizan en el tratamiento de dolencias de todo tipo.
Existen diferentes formas de aplicar las técnicas de la moxibustión, pero la más común es a través de los puros de Moxa. El calor se consigue a través de las propiedades terapéuticas de la raíz de la planta Artemisa vulgaris, prensada en forma de puro o molida para convertirla en polvo.
El objetivo de la moxibustión es equilibrar la energía del cuerpo del paciente siguiendo la teoría de canales, que consiste en entender que el cuerpo humano funciona con un sistema de redes por las que fluyen la sangre y la energía hacia cada parte de la anatomía humana.
Los procedimientos propios de la moxibustión se pueden utilizar, en muchos casos, combinados con los tratamientos de la acuputnura, puesto que ambas técnicas son perfectamente compatibles. Sirviéndonos de ambos tratamientos al mismo tiempo, podemos potenciar los efectos, teniendo en cuenta que se basan en los mismos puntos anatómicos de la energía y en una filosofía médica intrínsecamente relacionada.
La moxibustión se ha utilizado durante 40 siglos en China y sus beneficios incluyen la paliación del dolor, la prevención de ciertas dolencias y el tratamiento de enfermedades muy variadas, sean estas agudas o crónicas.
Existen diferentes formas de aplicar las técnicas de la moxibustión, pero la más común es a través de los puros de Moxa que están básicamente compuestos de hojas de artemisa, pero también se puede aplicar artemisa en polvo y recientemente se han desarrollado puros de carbón que no producen humo.
En nuestra consulta solemos recomendar a los pacientes la autoaplicación de moxa en su propio hogar para así potenciar el tratamiento y ahorrar gastos y desplazamientos; para ello les indicamos cómo deben realizar la técnica, los puntos a tratar y les proporcionamos los puros y si es necesario las cajas de soporte para mayor comodidad. Esto permite una mayor autonomía del paciente.