Método de Respiración Completa, 5 de octubre 2024
Una “respiración completa” y consciente puede facilitarnos la resolución de tensiones y la correcta redistribución del Qi (oxígeno y nutrientes) y el restablecimiento del equilibrio emocional.
Es por esto que Carlos Velasco, el creador de este método respiratorio, habla de “Psicoterapia Respiratoria” y acertadamente dice que
“La respiración, cuando se hace natural y libre, es la madre de las medicinas”.
Este es un taller fundamentalmente práctico donde se aprenderá a sacar el máximo partido de la mecánica respiratoria adquiriendo así una herramienta personal y de utilidad inmediata al servicio de nuestra salud tanto física como emocional.
La respiración es el método más básico de carga de energía del organismo, el oxígeno absorbido por los glóbulos rojos a través de la membrana alveolar es el combustible principal de nuestras células, fundamental para que estas procesen los nutrientes que le acompañan en la sangre arterial por lo que mejorando nuestra mecánica respiratoria se mejora el aporte de oxígeno a nivel celular repercutiendo en la salud de células y órganos.
Además, el movimiento respiratorio con su alternancia inhalación-exhalación realiza un auténtico masaje a los órganos internos, ayuda al corazón en la dinámica de circulación de la sangre, favorece el flujo linfático y la difusión de líquidos y humores por los espacios intersticiales (pleura, mesenterio, fascias, espacios intercelulares, etc) facilitando la llegada de nutrientes y oxígeno a cada célula y rincón del organismo. Esto es especialmente así si la dinámica implica un amplio descenso del diafragma y expansión de la caja torácica.
Cuando las tensiones emocionales nos superan estas se reflejan a nivel corporal, así en situaciones de stress y ansiedad la respiración es predominantemente torácica. Desde el punto de vista energético esto implica una congestión en la mitad superior del organismo lo que puede conllevar a una hiperactividad y desorden mental (aunque esta suele ser la causa principal) y síntomas como opresión de pecho, sensación de anudamiento en la garganta o el estómago, taquicardia, aumento de la presión arterial, etc.