Aunque los chinos y otras culturas ya utilizaban el pabellón auricular para realizar algunos tratamientos, esta terapia fue desarrollada especialmente a partir de la década de los 70 por el Dr. Paul Noguier (Lyon, Francia) y se basa en que el pabellón auricular es una pantalla reflexológica donde se proyecta todo el organismo en una disposición similar a un feto invertido, lo cual nos conduce a que podamos utilizar el pabellón auricular tanto para obtener datos diagnósticos como efectos terapéuticos mediante estímulos como la colocación de agujas, imanes, semillas o bolitas metálicas que presionan sobre las diferentes zonas.
La auriculoterapia es una técnica basada en la proyección que cada parte del cuerpo tiene en el pabellón auricular y consiste en estimular los puntos sensibles, también conocidos como zonas reflejas, con el objetivo de obtener datos diagnósticos y lograr efectos terapéuticos.
La oreja humana funciona como un espejo de todo el cuerpo. A través de la estimulación de más de 120 puntos reflejos que existen en el pabellón auricular, es posible tratar afecciones y dolencias vinculadas a los órganos humanos y sus funciones.
Los beneficios de la auriculoterapia, como sucede con todas las terapias naturales, son muy variados y aplicables a diferentes trastornos. Esta técnica se suele combinar con otras como la acupuntura o la moxibustión, siempre disponibles para potenciar sus efectos.
En la actualidad, la auriculoterapia ha ganado gran fuerza en casos de tratamiento de adicciones de distinta índole, siendo especialmente conocida para el tratamiento del abandono del tabaco, puesto que es una técnica de relajación que consigue, en muchos casos, eliminar la ansiedad que lleva al paciente a consumir tabaco o a comer en exceso, por ejemplo.
Además, esta técnica propia de la Medicina Tradicional China se utiliza a menudo para tratar dolores crónicos o dolencias que producen un malestar agudo, como es el caso de las migrañas, las ciáticas o las lumbalgias.
